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Horologium. Fabrice Lebeault

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28,99 €
Descripción

Horologium. Fabrice Lebeault

Editorial: Ponent Mon Comics, Edición Integral 2020

Cartoné editorial ilustrada. 30x22 centímetros. 242 páginas. Ilustrado a color.

Estado de conservación: libro con señales normales de buen uso.

Fabrice Lebeault ha construido con Horologiom una epopeya diferente, colorista y delirante. En su serie, el autor francés describe la hipocresía de las clases dominantes, los mecanismos de la represión y la crueldad de los sistemas autoritarios.

Horologiom de Fabrice Lebeault es una serie fantástica que explora un mundo mecanizado donde las reacciones humanas espontáneas y los sentimientos son perseguidos por ser demasiado animales.

A esta civilización llega Mariulo, un joven acróbata que ha perdido su vehículo y sus enseres en un accidente. El artista es perseguido por los encargados del orden ya que no tiene insertada en su cabeza una llave que permite al poder establecido controlar a todos los habitantes. Con su huida, Mariulo se convertirá en un peón importante en una lucha encarnizada entre las dos facciones dominantes de Horologiom; los laicos y los religiosos… Sin embargo, en las profundidades de la ciudad mecánica unas fuerzas subterráneas se mueven para poner en cuestión todo el sistema y quieren convertir a Mariulo en su símbolo. Horologiom es una ciudad completamente estructurada, jerarquizada y controlada donde la población ejerce de robots – con una sumisión extrema – y los artefactos mecánicos controlan a los humanos de una forma férrea e inmisericorde. Paradójicamente, las clases dominantes; los líderes y dirigentes de esta comunidad inhumana demuestran con sus acciones que están sucumbiendo constantemente a sentimientos muy animales como son las ansias de poder, el fanatismo, la rabia, la envidia o el odio. Tanto su santidad el Predicador como su excelencia el Gobernador se rigen y actúan movidos por impulsos que delatan su “rastrera animalidad” y lo mismo les pasa a los altos funcionarios, a los sacerdotes y a los oficiales de las fuerzas del orden. Solo la gente corriente lucha denodadamente contra sus instintos naturales

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