La plaga emocional en el trabajo. Reich, Wilhelm.
Editorial: Ediciones Síntesis 1ª edición 1980
Tapa blanda. 17x11 cm. 139 páginas. Firma, señales de uso normal.
Sinopsis: Para la Persona, el trabajo es parte esencial de su vida, por lo que éste produce lo que W. Reich llama «la plaga emocional del trabajo.
La expresión “plaga emocional” no tiene connotación difamatoria alguna. No se refiere a malignidad consciente, a degeneración moral o biológica, a inmoralidad, etc. Un organismo que, desde el nacimiento, se ve constantemente impedido en su forma natural de locomoción, desarrolla, formas artificiales de locomoción: cojea o se mueve con muletas. Análogamente, un individuo se mueve en la vida con los medios de la plaga emocional si desde el nacimiento se suprimieron sus manifestaciones vitales naturales, autorregulatorias. En términos caracterológicos, el individuo afligido por la plaga emocional cojea. La plaga emocional es una biopatía crónica del organismo. Apareció con la primera supresión en masa de la vida amorosa genital; se convirtió en una epidemia y ha atormentado a los pueblos de la tierra durante millares de años. No hay fundamento para el supuesto de que pasa de madre a hijo de forma hereditaria. Diríamos más bien que se implanta en el niño desde el primer día de su vida. Es una enfermedad epidémica, como la esquizofrenia o el cáncer, con una importante diferencia: se manifiesta esencialmente en el vivir social. La esquizofrenia y el cáncer son biopatías resultantes de la plaga emocional en la vida social. Los efectos de la plaga emocional han de apreciarse tanto en el organismo como en el vivir social. Periódicamente, como cualquier otra plaga, la peste bubónica o el cólera, por ejemplo, la plaga emocional asume las dimensiones de una pandemia, en forma de una gigantesca irrupción de sadismo y criminalidad, tal como la inquisición católica de la Edad Media o el fascismo internacional de nuestros días.