El siglo de Luis XIV. Voltaire
Editorial Fondo de cultura económica 1978
Rústica de editorial ilustrada. 23x16 centímetros. 637 páginas. Estado de conservación: pequeñas imperfecciones en el lomo; libro con señales normales de uso.
Voltaire decía que solamente cuatro siglos habían contado en la historia del mundo, cuatro edades que fueron verdaderas épocas de grandeza humana y sirvieron de ejemplo a la posteridad. El primero de esos siglos fue el de Filipo y Alejandro, en Grecia; el segundo, el de César y Augusto, en Roma; el tercero, el de los Médicis, en Florencia. Pero de los cuatro, el que más se acercaba a la perfección -explica el autor- es el de Luis XIV. Periodo brillante de la historia política y militar de Francia y edad de oro de la literatura, la arquitectura y la filosofía, el llamado siglo de Luis XIV significó también el gran auge de la razón humana y la alborada del movimiento humanista de la Ilustración.
Más que la narración imparcial y realista del reinado de Luis XIV, Voltaire escribió un elogio entusiasmado que hace evidente su admiración hacia el gran rey. Pero la parcialidad del historiador no defrauda, pues el propósito de la obra -que en palabras de José Gaos da inicio a la historia de la cultura- va más allá de plasmar las acciones de un solo hombre; busca, en cambio, dar cuenta del espíritu de todos los hombres en el siglo que para el autor fue el más ilustrado de todos los tiempos.
Si España en la época de Felipe II fue el centro de gravedad de la historia europea, la Francia de Luis XIV se convierte en el lugar ideal para comprender los acontecimientos políticos fundamentales del viejo continente. Esa época la domina la figura del Rey Sol y la constelación extraordinaria de ministros distinguidos, generales afortunados y literatos de excepción que se ordenó en torno de él. Este, que es uno de los periodos más brillantes de la historia política y militar de Francia, la edad de oro
de la literatura, la arquitectura y la filosofía de esa nación, es también la alborada del gran movimiento humanista de la Ilustración. Todos los elementos que caracterizan la cultura moderna francesa aparecen plenamente desarrollados o en embrión durante el reinado de Luis XIV. El idioma llega a su plena madurez, se asimila positivamente la tradición clásica, y el espíritu racionalista de observación y crítica sienta las bases de todo el desarrollo cultural posterior. Se abandona definitivamente la "barbarie" y turbulencia de los siglos anteriores y la sociedad refina sus costumbres en el culto de la cortesía, inaugurado en la corte del gran rey y difundido rápidamente por todos los estratos superiores de la nación.