Andrés y la ola marina. Haroldo Maglia
Editorial: Espasa 2000
Cartoné editorial ilustrada, con sobrecubierta. 23x16 centímetros. 591 páginas. Estado de conservación: libro con señales normales de buen uso.
En Andrés y La Ola Marina, Haroldo Maglia construye una saga que abarca cien años de la historia de un país.
En 1997, el escritor uruguayo Haroldo Maglia, afincado en Barcelona desde hace treinta años, fue finalista del premio Primavera con El lugar vacío. Esa novela proponía una historia a caballo entre España y Uruguay que no acababa de soldarse con nitidez suficiente; eso producía la sensación de una imaginación viva pero falta de arquitectura. Ahora Haroldo Maglia retorna con Andrés y La Ola Marina, una voluminosa novela que apuesta por un desafío: hacer una saga sin que nunca nos parezca una estructura menor, ni ese relatar sin norte con que a veces se emparentan últimamente en español los relatos familiares.
En su nueva novela, el autor utiliza con inspirado oficio un fundamento narrativo que podía volcarlo a la exageración, a la sensiblería y a la autocomplacencia anecdótica. En Andrés y La Ola Marina, se nos relatan dos historias paralelas, mejor dicho, dos vidas paralelas que sólo se vinculan en unas pocas líneas del libro. Sin embargo, esas vidas están hermanadas por una misma atmósfera de insatisfacción, de azares luminosos, de límites sociales y esos golpes de inocencia lúcida luchando contra las distintas máscaras cotidianas. Andrés Chiesa y Lom son los protagonistas, pero los actores secundarios, como en las buenas películas americanas, van marcando las líneas maestras de un entramado que aspira no sólo a contar anécdotas imaginativas, sino a definir con precisión metafórica un siglo de historia moral de un país y sus individuos más representativos. Esta novela acierta plenamente como artefacto novelístico porque su autor le insufló una dosis de ironía liberadora, único antídoto para contrarrestar la amenaza de culebrón que acecha a las sagas mal construidas. Esa milagrosa ironía de corte galdosiano, cuando Pérez Galdós acometía esta solución en algunos tramos de su novelística. Haroldo Maglia ha escrito la saga precisa, con ese humor misericordioso y distanciado a la vez por el dolor y la fe en la vida y en la inteligencia. Hay que hacer hincapié en que sustancialmente en la voz narradora, esa voz cuyo dueño no conoceremos hasta las últimas líneas, radica todo el soporte de excelente verosimilitud que contagia la novela