Diálogos con Abul-Beka II. Cayetano Arroyo
Editorial: Sirio 1ª edición 1986
Rústica editorial ilustrada, con solapas. 21x13 centímetros. 107 páginas. Estado de conservación: libro con señales normales de buen uso.
Este libro está dedicado a los Hijos de la Luz, que trabajan Conscientemente por la implantación del Reino de la Paz y el Amor en la Tierra.
Paz y Amor a todos los seres.
En cierto lugar había un pueblo y en él habitaban dos hombres. Y uno tenía fama de santidad porque todas las horas del día y de la noche no pasaban sin que fuera al templo, e inclinándose una y mil veces, rezaba muchas oraciones y plegarias. Cuando llegaban las grandes solemnidades él era el primero en entrar al templo, con su mejor traje, y el último en salir.
Y de todo lo que tenía daba, a lo más, un diezmo, para acallar su conciencia y presentar bella fachada.
Y había otro hombre que no tenía fama de santidad porque no pisaba el templo, ni iba a las grandes solemnidades. Y todos lo miraban con malos ojos y decían: ¿Acaso éste no cree en Dios? Y levantaban una y otra vez blasfemias contra él y su casa.
Mas os diré algo que nunca él dijo: Todos los días, cuando amanecía sobre el pueblo, ya estaba él andando por sus calles para, en su silencio, buscar necesidad. Y cuando andaba por ellas iba rezando en su corazón por todos sus hermanos del pueblo, para que tuviesen fuerzas y trascendieran los problemas que les trajera el día. Y en el silencio del anonimato hacía llegar la caridad a aquéllos que la necesitaban. Y también en el silencio ayudaba con sus palabras a aquéllos que se las pedían.
Y aún después iba a su trabajo y se decía: Echaré varias horas más y con su dinero socorreré a más hermanos. Y los días de fiesta iré a los pueblos que rodean a este pueblo para calmar la necesidad en ellos. Y en silencio así lo hacía.