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Lucio Flavo. La destrucción de Jerusalén por Tito. Josef Spillmann

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49,01 €
Descripción

Lucio Flavo. La destrucción de Jerusalén por Tito. Josef Spillmann

Editorial Herder 1955

Tapa dura, plena tela de editorial. 18x12 centímetros. 735 páginas. Estado de conservación: “Nº11” escrito con boli en la página de cortesía, tachadura con boli de 1,5x0.5cm en la portadilla, alguna suciedad en la tapa, en el interior las bisagras dejan ver las costuras; cuerpo del libro sin páginas sueltas, sin subrayados ni anotaciones.

En la época del Segundo Triunvirato Marco Antonio colocó en el trono de Jerusalén a un noble local helenizado, Herodes el Grande. No era judío, sino idumeo, uno de los pueblos vecinos de los israelitas, y los judíos lo consideraban por eso un tirano extranjero, una marioneta de los romanos. Para ganarse a su pueblo Herodes emprendió grandes obras, como la reconstrucción del Templo de Salomón con una grandiosidad que superaba todo lo que nunca habían imaginado los hebreos, pero ni así logró ser popular entre los judíos. Curiosamente, este gran rey también sería vituperado por los cristianos, pues según el Evangelio de Mateo fue quien quiso matar al Niño Jesús y ordenó la muerte de los Santos Inocentes.

Los judíos eran los súbditos más incómodos de todo el Imperio Romano. Cicerón decía “Incluso cuando estaban en paz con nosotros, la práctica de sus ritos sagrados estaba en contra de la gloria de nuestro Imperio y de nuestras costumbres” Así que la amplia y sólida reserva de fundamentalismo religioso, costumbres tradicionales y exclusivismo nacional resultaba indestructible, de hecho ha llegado hasta nuestros días.

Unos 33 años después de que Jesús pronunciara la profecía acerca de la destrucción de Jerusalén y su templo, ésta comenzó a cumplirse. Las facciones radicales judías de Jerusalén estaban totalmente decididas a sacudirse el yugo romano; así los informes que a este respecto llegaron al emperador condujeron a la movilización y envío de las legiones romanas de Tito que asaltan el Templo, arrasaron la ciudad y la vaciaron de población.

Fue en  el año 66 de nuestra era, durante el mandato de Nerón, cuando se produjo la rebelión de los  judíos, que según el historiador local Flavio Josefo, la fuente más directa que existe del conflicto, fue provocada por los excesos de los gobernadores romanos. Así la primera guerra judeo-romana, también llamada la gran revuelta judía, fue la primera de las tres principales rebeliones de los judíos en la provincia de Judea contra el Imperio romano (guerras judeo-romanas) que tuvo lugar entre los años 66 y 73

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