Los extraordinarios casos de Monsieur Dupin. Edgar Allan Poe.
Unidad Editorial. Madrid 1999.
ISBN: 84-8130-119-1
Descripción: Tapa dura editorial. 21 x 12,5 cm. 125 páginas. Señales de uso normal.
Sin salirse de sus obsesiones habituales, el genio de Boston sentó las bases de toda la novela de investigación de este siglo.
Los casos de Monsieur Dupin reúnen en un mismo volumen las tres historias del genial detective salidas de la pluma de Poe: Los crímenes de la rue Morgue, El misterio de Marie Rogêt y La carta robada. Dupin inaugura dentro de la literatura el tema policial, el tema del detective -casi siempre "amateur", y cuya intervención en los sucesos permite multiplicar pistas y sospechosos- y del asesino -cuya identidad no llega a descubrirse hasta el final de la historia-, dos figuras que libran una lucha a muerte por el dominio de la escena. Dupin es el prototipo de una serie de detectives privados que incluye a Sherlock Holmes y su Watson, Martin Hewit y su Brett, Poirot y su capitán Hastings. El volumen se completa con los otros dos únicos relatos de misterio de Poe, Tú eres el hombre y El escarabajo de oro, uno de sus relatos más logrados.
Acuciado por la necesidad económica, deseoso de demostrar a quienes le acusaban de ceñirse sólo a lo morboso que su genio era diverso, y atravesando por uno de los períodos de mayor fecundidad de su siempre atormentada existencia, Edgar Allan Poe concibió Los crímenes de la Calle Morgue en 1841. Sería la primera de las tres aventuras protagonizadas por el chevalier Auguste Dupin, a la que posteriormente seguirían El misterio de Marie Roget y La carta robada, todas ellas publicadas originalmente en el Graham’s Magazine y ahora presentadas con el título de Los extraordinarios casos de monsieur Dupin. Estas tres piezas, a las que también podemos unir El escarabajo de oro, sin Dupin pero igualmente dedicada a la deducción lógica, conforman los cuentos analíticos del genio de Boston. Alter ego del autor en el que se simbolizan sus afanes perfeccionistas, Dupin es un claro precedente del investigador que protagonizará toda la novela de misterio posterior a él. El más dotado de los razonadores puros, prefiere la oscuridad a la luz y vive apartado del mundanal ruido. Guiado únicamente por su raciocinio, descubrirá que los crímenes de la rue Morgue sólo pueden haber sido obra de un simio o que no hay mejor escondite para una carta que el que está más a la vista. Más que la investigación en sí, lo que interesa a Dupin es el análisis. Para crear a tan singular personaje, su autor no abandonó esa «matemática tiniebla» en que le situara Pablo Neruda: lo que cambia en los cuentos analíticos es la técnica, no el tema habitual en Poe.