Llama un inspector. Priestley
Editorial: Alfil 1967
Rústica editorial. 16x11 centímetros. 80 páginas. Estado de conservación: algo rozado, amarilleado, libro con señales normales de uso.
En Llama un inspector, Priestley mezcla vida e ilusión, jugando con una original concepción del tiempo como elemento dramático, y contribuyendo a formular, si cabe más sorprendente, el desenlace final de la función. Un inspector de policía se presenta en el domicilio de la familia Birling, interrumpe la animada cena con que celebran el compromiso matrimonial de Sheila e indaga la implicación de los comensales en el suicidio de una muchacha