Get Adobe Flash player

Productos

×

Advertencia

Asigne el componente Virtuemart a un elemento del menú

Nuestro Blog

Las manos en la sombra, los hombres tras el telón, las grandes mentiras de América.

Estúpidos hombres blancos de Michael Moore.

Aunque publicado en 2001 este título podría encajar a la perfección en estos día en los que el nuevo presidente USA gana las elecciones con menos votos que su rival, en virtud de un sistema electoral en el que los votos no van al candidato, si no a los electores que representan cada urna; son estos “electores” los que finalmente eligen al presidente. Es un libro lúcido y vigoroso cuya lectura no deja indiferente a nadie, trabajo que supone la condena despiadada del Gobierno y de la hipocresía de una sociedad que incluso ha intentado censurar esta obra.

Michel Moore, es un activista, que ha ido desenmascarando a los farsantes, corruptos y explotadores de Estados Unidos. No abunda la autocrítica en US, por eso este libro de Moore tiene mucho valor como documento de una valiente investigación, que enjuicia duramente a todo un Presidente de los Estados Unidos y su "dudosa" victoria en las urnas. Estúpidos hombres blancos, es una divertida sátira política que revela, cómo el presidente Busch robó a Al Gore unas elecciones bajo la sombra de una urdida maniobra en el estado de Florida, contando con la ayuda de su hermano, de su primo, los compinches de sus padres, un fraude electoral y unos jueces mansos que formaban una corte judicial favorable. Crítica feroz del abusivo triunvirato político-judicial-empresarial estadounidense y su inquietante concepción de la democracia. Moore afina sus dardos y los lanza derechos al podrido corazón del stablishment norteamericano blanco, relata cómo los ricos siguen siendo ricos mientras nos obligan a que vivamos en un miedo permanente a los malos resultados económicos, y cómo los políticos se han aliado con el mundo de los grandes negocios. 

Así ironía tras ironía Moore ridiculiza la administración y la sociedad norteamericana. En el capítulo carta abierta al presidente dice: “Has sido un borracho, un ladrón, posiblemente un delincuente, un desertor impune y un llorón… Y por amor de todo lo que es decente, chico, te animo a que presentes tu dimisión inmediata y restituyas el buen nombre de tu familia todopoderosa. Haz que nos sintamos orgullosos al comprobar que un Bush con sentido común es mejor que un Bush común y consentido”.

En capítulos como “Lo que la bolsa se embolsa, A matar blancos, o País de burros” Moore se mete con la economía, la marginación racial, la cárcel, la ecología, la educación, el machismo, el feminismo… Mencionando los desastres de la superpotencia afirma “somos el nº1 en multimillonarios, en desproporción de impuestos por ingresos, en reducción de la asistencia social, en consumo de energía, en negativa a ratificar acuerdos internacionales sobre derechos humanos, en descontrol armamentista, en muertos por armas de fuego…

Michael Moore, escritor y cineasta norteamericano logró el Oscar 2002 a la Mejor Película Documental por “Bowling for Columbine” una visión controvertida y crítica de la violencia y el miedo en los Estados Unidos (el país con el mayor índice de asesinatos por armas de fuego del mundo). Es un espejo de lo que también sucede en otras partes del mundo o una advertencia de lo que podría pasar.

La vida extraordinaria de una mujer fascinante, Gertrude Bell.

Aventurera, arqueóloga, diplomática, asesora de reyes, aliada de Lawrence de Arabia... una mujer que escapó del privilegiado mundo de los "victorianos de clase alta" para explorar el mundo árabe. Rica, elegante, amante del desierto, fue una mujer fascinante que se pasó buena parte de su vida viajando por Oriente Próximo, conviviendo y estudiando su cultura y sus gentes, gentes de las que consiguió un profundo respeto. 

Gertrude era una joven que a pesar de haber demostrado grandes capacidades intelectuales no había conseguido el principal cometido de una muchacha en la Inglaterra victoriana, convertirse en esposa y madre. A pesar de los prejuicios sociales Bell se había convertido en una joven coqueta, inteligente pero con tal nivel de arrogancia que espantó a cualquier posible pretendiente. Gertrude Bell fue una mujer de carácter cuya inteligencia y valentía no encajaron con la sociedad victoriana que le tocó vivir.

Durante la I Guerra Mundial Gertrude Margaret Lowthian Bell fue reclutada por la inteligencia británica, sus conocimientos del terreno fueron de gran valor para el gobierno británico quien la contrató para formar parte del equipo de inteligencia militar de la Oficina de Oriente. Gertrude plasmó en su primer libro las experiencias vividas en Persia “Persian Pictures” que se publicaría en 1894. Luego viajó al desierto en una expedición organizada por ella, aventura que la adentraría en un peligroso mundo nómada, un mundo de hombres en el que conocería culturas totalmente opuestas a la suya; así “The desert and de sown”, publicado en 1906, fue su testimonio de aquella aventura.

Sus viajes, estudios arqueológicos y cometidos políticos la llevaron a desempeñar un papel crucial en la obtención de la lealtad de los dirigentes árabes, con lo que consiguió importantes conexiones que le permitieron obtener información que luego pasó a T. E. Lawrence y al gobierno británico.

Los siguientes años transcurrieron en Turquía, volcada en la arqueología y realizando viajes al desierto. Su papel más importante se encontraría en la conformación de Irak. Como secretaria para Oriente, Gertrude pudo tomar sus propias decisiones en materia política y tomo las riendas de la construcción de Irak, un largo camino que culminó con la coronación del emir Faisal como rey iraquí. Después de la guerra jugó un papel importante en la creación del Oriente Medio moderno, con lo que se la consideró la mujer más poderosa del imperio británico.

La reina del desierto de Janet Wallach. La historia de la mujer más poderosa del Imperio Británico.

En esta biografía magistral, Janet Wallach nos muestra a la mujer, una mujer con pasión, independencia e ingenio desafiante que durante demasiado tiempo fue eclipsada por la figura de Lawrence. Gertrude Bell emerge por derecho como un elemento crucial en la etapa de la historia moderna, y como una mujer cuya vida fue una gran aventura.

 

Wiener Werkstätte

La Wiener Werkstätte fue una agrupación creada por artistas visuales, arquitectos y diseñadores, establecida en Viena en 1903 con la finalidad de formar a gente en diferentes disciplinas artísticas. En 1903, Josef Hoffmann y Koloman Moser, con el apoyo del empresario Fritz Wärndorfer, constituyeron la Wiener Werkstätte, para poder trabajar y formar a la gente en el oficio de la carpintería, del cuero, de la encuadernación, de la metalurgia o de la pintura. Algunos de los colaboradores del Wiener Werkstätte fueron reconocidos artistas y arquitectos de la época, como: Gustav Klimt. Oskar Kokoschka. Egon Schiele. Josef Hoffmann. Dagobert Peche. Otto Prutscher. Koloman Moser. Ernst Lichtblau. Josef Frank.

Gustav Klimt 

Defendían el ideal de la Gesamtkunstwerk  u obra de arte total, concepto que se atribuye al compositor de ópera Richard Wagner quien lo acuñó para referirse a un tipo de obra de arte que integraba la música, el teatro y las artes visuales. Un entorno coordinado en el que todo, hasta el último detalle, era diseñado conscientemente como una parte integral de todo el proyecto. Ese ideal lo llevaron a cabo en proyectos como el sanatorio Purkersdorf o el Palacio Stoclet de Bruselas. 

Palacio Stoclet

En los talleres en donde se impartían los cursos, se producían objetos que quedaron vinculados a una marca comercial en la que aparecía el sello de la Wiener Werkstätte, cuyo carácter de integridad requería que sus artistas no se limitaran a sus disciplinas, sino que trabajaran en todos los campos. En 1905 el centro contaba con unos 100 empleados, de los que 37 eran maestros de oficios. Aunque la autoría de sus productos se deben a diferentes artistas Hoffmann era la personalidad dominante, la autoría competente, incluso el espíritu rector y al mismo tiempo el alma de la institución. El movimiento británico Arts and Craft fue entre otros uno de los modelos que inspiraron la creación de la Wiener Werkstätte que tenía como objetivo promover los intereses económicos de sus miembros mediante la formación y adiestramiento de los mismos para las artes industriales. 

Josef Hoffmann

Se pretendía generar ingresos a través de la venta de objetos artesanales de todo tipo realizados según los diseños artísticos de los miembros de la cooperativa y mediante la construcción de talleres. De esta manera se hizo posible fabricar artesanía de gran calidad. 

Entre 1909 y 1910 se fundaron talleres dedicados al arte textil, así como secciones de moda, lo cual trajo consigo un cambio de rumbo en detrimento de la arquitectura. Así mismo, tras la Primera Guerra Mundial, la escasez de materias primas llevó a la experimentación con materiales menos duraderos y a la vez menos costosos, como la madera, la cerámica o el papel maché, lo que suponía la disolución de la Gesamtkunstwerk u obra de arte total.

 

Una sex-simbol de "La Belle Époque"

La Bella Otero

La bailarina conocida como La Bella Otero. Uno de los personajes más destacados de la Belle Époque francesa en los círculos artísticos y la vida galante de París.

Esa mujer para quien la joyería Cartier diseñó en exclusividad un collar de diamantes que costaba quinientos millones de francos, esa dama que bailaba en los salones y sentaba a su mesa a lo mejor de la sociedad mundial. Ella a quien D'Annunzio envió unos versos antes de ir a visitarla, la señora por la que Eduardo VII viajaba de Londres a París con bastante asiduidad, la mujer por la que el Zar Nicolás de Rusia llegaba a la Estación del Este de incógnito con una joya de la corona para regalarle en cada encuentro, dama a quien retató Julio romero de torres, la mujer de la que el Káiser Guillermo II presumía delante de todas sus amistades… Esa mujer que conquistó París.

Nació en Ponte de Valga Pontevedra 1868 y falleció en Niza 1965. Era hija de madre soltera que descuidó su educación. Agustina Otero Iglesias (ambos apellidos le venían por parte de madre, puesto que el padre nunca reconoció a la niña como hija suya), tras padecer una agresión sexual a los diez años, huyó de casa y no volvió nunca más a su pueblo natal. Tras la fuga decidió cambiar su nombre de pila por el de Carolina.

De carácter alegre, pronto dejó ver su innata vocación artística y empezó a demostrar sus habilidades. Haciendo gala de un temperamento fuerte, díscolo y rebelde, se enamoró a los catorce años de un joven llamado Paco, con quien se fugó una noche para ir a bailar a un local nocturno. El dueño de aquella sala quedó fascinado por el modo de danzar de la joven Carolina, hasta el punto de ofrecerle un contrato y pagarle dos pesetas (un dineral por aquel entonces).

La pareja, alentada por este éxito incipiente, decidió ir a Lisboa en busca de mayor fortuna, y allí la Otero trabajó como bailarina durante un tiempo. Sufrió entonces su primer desengaño amoroso al ser abandonada por Paco, a quien siguió hasta Barcelona. Allí trabajó en el Palacio de Cristal antes de partir hacia Marsella y luego a París. Allí quiso estudiar baile y dar sus primeros espectáculos. Su belleza y su buen hacer la convirtieron rápidamente en un personaje consagrado, sus actuaciones le procuraron toda una legión de admiradores, fascinados por su aspecto de mujer gitana.

La pasión que los hombres sintieron por ella fue irresistible. Según cuenta en sus memorias, tuvo que escapar por la ventana del salón donde la había encerrado con llave el gran duque Nicolás de Rusia, el intenso frio le provocó una neumonía que la tuvo tres meses en cama en el palacio del príncipe Pedro. Otros se suicidaron por su amor o gastaron verdaderas fortunas para conseguirlo. Otero, a pesar de sus éxitos profesionales, había conseguido ascender en el mundo artístico gracias a que ejercía la prostitución y se hizo amante de hombres influyentes. En la Belle Époque era habitual y los hombres que podían pagar las astronómicas sumas que costaban estas cortesanas conseguían prestigio. Otero era una de las más famosas y cotizadas de la alta sociedad parisina.  Entre los que la amaron se estaban el emperador Guillermo II de Alemania, el barón de Ollstreder (arruinado en Montecarlo por su culpa), fue amante Nicolás II de Rusia, Leopoldo II de Bélgica, Alfonso XIII de España, Eduardo VII de Inglaterra, Aristide Briand (con quien tuvo una relación entrañable hasta la muerte del político) y Cornelius Vanderbilt, entre otros. Según ella misma cuenta, un banquero de nombre Berguen le ofreció 25.000 francos por pasar media hora en su habitación, compromiso que ella aceptó. Toda una generación de poetas, pintores y políticos se rindió, batió y arruinó ante su belleza y poder de seducción. Toulouse-Lautrec le dedicó una obra a pastel conservada en el Museo de Albi, y el gran poeta José Martí le dedicó también algunos versos...

Así, hacia 1900, era ya todo una sex-simbol de "La Belle Époque" parisina, triunfadora tanto en los escenarios del teatro como en los del amor. Su vida, si bien giraba en torno a París, transcurrió también en países como Argentina, Uruguay, Brasil, Estados Unidos, Inglaterra, Hungría, Austria, Rusia y Japón, en todos los cuales fue aclamada como una mujer verdaderamente excepcional. Pero a los 45 años, cuando se encontraba en pleno auge artístico, se retiró de los escenarios, se estableció en Niza donde vivió hasta su muerte totalmente arruinada, sola y viviendo de una pensión del Casino de Montecarlo, en agradecimiento de los millones de francos que allí se dejó.

Otero llegó a reunir una fabulosa fortuna que desgraciadamente perdió en los casinos de Montecarlo y Niza, puesto que padecía de ludopatía. Fueron suyos el collar de la ex emperatriz Eugenia, otro de la emperatriz de Austria y un collar de diamantes que había sido propiedad de María Antonieta. Se calcula que por aquel entonces su fortuna ascendía a unos dieciséis millones de dólares, lo que suponía en aquel tiempo una cifra exorbitante.

Nunca se casó. De su vida se han escrito varias biografías y se han hecho películas y series para la televisión. Debido a que Otero inventó parte de su pasado para obviar hechos como su violación o sus orígenes extremadamente humildes, muchas biografías, películas u otros trabajos en torno a su persona tienen datos inexactos y hechos que nunca sucedieron de verdad.

La Bella Otero falleció en Niza cuando contaba 96 años de edad. A pesar de las fortunas que pasaron por sus manos en vida, en el momento de su muerte sólo tenía 609 francos, que donó a las familias más necesitadas de su Valga natal.

Diario a dos voces. Manuel Lamana

Un documento histórico, un texto inédito de enorme interés periodístico y literario, un relato muy cercano de gran valor testimonial.

Se trata de la crónica real de un padre y su hijo, que cuentan su experiencia en varios campos de concentración franceses tras la caída de la II República, en el invierno de 1939. El padre, José María Lamana, escribió su diario mientras vivió su experiencia en los campos. En 1985, su hijo Manuel recuperó el diario de su padre y decidió añadir el suyo propio, a partir de sus recuerdos y de la crónica de su padre.

Manuel Lamana fue el segundo de cuatro hermanos. Su padre, José María Lamana, militante de Izquierda Republicana y funcionario de Hacienda, era en los años de la guerra civil, Administrador General del Monopolio de Tabacos y Fósforos. En febrero de 1939 pasó la frontera de Francia desde Figueras (donde estaba instalado en Gobierno de la República) junto con su madre y sus dos hermanos menores. El mayor había caído prisionero de los franquistas en la Batalla del Ebro.

En 1941, para escapar de ser enviado a Alemania en una compañía de trabajo obligatorio, regresa a España, donde se matricula en la Universidad de Madrid y participa en los movimientos estudiantiles de oposición al régimen franquista, lo que le lleva a conocer las cárceles del régimen en varias ocasiones. En 1947 junto a Nicolás Sánchez Albornoz es condenado a seis años de prisión por intentar la reconstrucción del antiguo sindicato estudiantil clandestino FUE.

Manuel Lamana, con Sánchez Albornoz “hijo” fueron protagonistas de una espectacular fuga del Valle de los Caídos o Cuelgamuros. Aprovechando su trabajo de oficinistas, se escaparon a El Escorial y fueron ayudados por Bárbara Salomón Probst. Esta había comprado un coche con el dinero del famoso novelista norteamericano Norman Mailer, y les recogió en El Escorial. Lamana y Albornoz tomaron luego el tren hasta Barcelona y pasaron clandestinamente la frontera, hasta Francia, por el Pirineo catalán.

Nicolás Sánchez-Albornoz, (centro) Manuel Lamana (izq.) e Ignacio Faure (dcha.), en Cuelgamuros.

El hermano de Juan Benet, Francisco, fue quien planificó todo el asunto, asunto que supuso el primer golpe propagandístico contra el Régimen. No hay que olvidar que estamos en 1948. Tan sonado fue que, con posterioridad, todos sus protagonistas se sintieron obligados a escribir sobre el asunto: Manuel Lamana lo hizo en su novela Otros hombres; Barbara Probst Solomon, en su delicioso libro Los felices cuarenta y Nicolás Sánchez Albornoz en Cárceles y exilios. Luego Fernando Colomo rodó una película basándose en esta fuga, Los años bárbaros, con Juan Echanove embutido en su uniforme azul de falangista.

Manolo Vázquez Montalbán: “Manuel Lamana era el escritor que nos faltaba para entender la travesía del desierto de la posguerra”.

José Agustín Goytisolo: “Debió de ser poco después de la muerte del dictador Franco; es decir, unos tres años después, hacia 1978. El nombre de Manuel Lamana era, para los antifascistas españoles, algo mítico; ya en París, en 1966, me habló de él Martínez, director de la revista y editorial Ruedo Ibérico. Supe entonces que había sido detenido por la policía española, acusado, junto a Nicolás Sánchez Albornoz, de intentar refundar en Madrid la disuelta Federación Universitaria Española (FUE), y condenados ambos, en 1947, a varios años de trabajos forzados en el monstruoso y faraónico Valle de los Caídos. Este calenturiento proyecto de Franco fue diseñado para ser panteón de él y de su gente. Hoy su momia está allí, bajo una enorme y pesada losa de mármol (él, que era casi enano: así le denominábamos en vida)”.

 

Paco Roca.

Paco Roca (Valencia, 1969) ilustrador, creador de comic y novela gráfica, además se dedica a la ilustración publicitaria. Comenzó a realizar trabajos de publicidad y acabó montando un estudio de ilustración en su ciudad natal. Pronto empezaría a compaginar los trabajos con los que se ganaba el sustento con la creación de relatos de cómic tales como: Las calles de arena, Gog, El hombre montaña, Memorias de un hombre en pijama, El invierno del dibujante, Los surcos del azar, Arrugas… 

Los surcos del azar

En Los surcos del azar a través de los recuerdos de Miguel Ruiz, republicano español exiliado en Francia, Paco Roca reconstruye la historia de La Nueve, una compañía a las órdenes del capitán Dronne integrada en la segunda división blindada del general Leclerc, y formada mayoritariamente por republicanos españoles. Una historia apasionante y olvidada sobre la contribución española en la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de los hombres que componían la Nueve tenían menos de 20 años cuando en 1936 cogieron las armas por primera vez para defender la República española. Ninguno sabía entonces que los supervivientes ya no las abandonarían hasta ocho años después, y que en la noche del 24 de agosto de 1944 serían los primeros en entrar en París. Los carros de combate llevaban, en el morro y en los flancos, nombres sorprendentes: Madrid, Don Quichotte, Guadalajara, Ebro o Guernica. Los soldados se apellidaban Granell, Campos, Fábregas, Royo, Pujol. Ellos encabezarán el desfile de la victoria del día 26 por los Campos Elíseos. Sin embargo, no lograrán su máxima meta de ver España libre del franquismo.

Arrugas.

Con Arrugas Roca ha conseguido gran reconocimiento: Premio Nacional del Cómic 2008. Premio al mejor guión de autor español del 2007 en el XXVI Saló Internacional de Cómic de Barcelona. Premio a la mejor obra de autor español del 2007 en el XXVI Saló Internacional de Cómic de Barcelona. XXXI premio Diario de Avisos 2008 al mejor guión de historieta realista. Premio Gran Guinigi a la mejor historia larga del Festival de Lucca 2008 (Italia). Premios Dolmen de la crítica 2008 al mejor guión. Premios Dolmen de la crítica 2008 a la mejor obra. Premio Expocómic 2008 a la Mejor Obra Española.

En Arrugas Emilio, un antiguo ejecutivo bancario, es internado en una residencia de ancianos por su familia tras sufrir una nueva crisis de Alzheimer. Allí, aprende a convivir con sus nuevos compañeros (cada uno con un cuadro "clínico" y un carácter bien distintos) y los cuidadores que les atienden. Emilio se adentra en una rutina diaria de cadencia morosa con horarios prefijados (la toma de los medicamentos, la siesta, las comidas, la gimnasia, la vuelta a la cama) y en su pulso con la enfermedad para intentar mantener la memoria y evitar ser trasladado a la última planta, la de los impedidos, cuenta con la ayuda de Ernesto, su compañero de habitación.

Las calles de arena

Hace falta estar muy atento al escoger la calle correcta para llegar a una cita cuando ya se va con retraso: un error puede resultar fatal. En Las calles de arena nos encontramos ante el extraño y sugerente viaje de un joven a través de lugares habituales que, sin embargo, se nos antojan desconocidos, dentro de una realidad sorprendente, y aun así, familiar. Son éstas unas calles que navegan en ese mundo donde lo imposible y lo absurdo se convierten en una experiencia ciertamente opresiva. Valiéndose de ecos del realismo fantástico y dotada de ese punto onírico que está presente en los relatos de Kafka, Borges o Cortázar, esta nueva obra de Paco Roca –más elegante si cabe en el trazo y con una amplia paleta de colores– plantea si es posible o no cambiar nuestro destino. La apuesta del autor es, en este sentido, diáfana.

Memorias de un hombre en pijama

Roca aborda la vida cotidiana de un cuarentón que por fin ha conseguido su sueño infantil: quedarse en casa todo el día con el pijama puesto. Con una considerable carga autobiográfica y un referente en la serie televisiva Seinfeld, el autor valenciano apela más a la sonrisa que a la carcajada. Estas Memorias de un hombre en pijama, donde en ocasiones también tienen cabida reflexiones de corte más serio y que han sido prepublicadas semanalmente durante año y medio –de marzo de 2010 a julio de 2011– en el periódico valenciano Las Provincias, describen en todo caso a Paco Roca como un atento observador de comportamientos propios y ajenos.

“En esta obra –apunta en el prólogo Julián Quirós, director de Las Provincias– encontrará a un autor que se ríe sobre todo y por encima de todo de sí mismo, de las aventuras amorosas de sus amigos (a mitad de camino entre el triunfo y lo ridículo), las comeduras de cabeza que provoca el trabajo solitario y casero, y hallará una mirada festiva sobre todo esto, tierna, primeriza, como intentando ver las cosas por primera vez, como lo haría un niño”. Y es que el humor ha estado siempre de manera más o menos evidente en la obra de Paco Roca, incluso en las obras más graves. Pero es en Memorias de un hombre en pijama donde el gag, el apunte jocoso, está más presente.

La escritora que mejor ha reflejado la psicología china.

Pearl S. Buck Premio Nobel de Literatura en 1938.

Aunque Pearl nació en Norteamérica (1892) cuando sólo contaba unos meses, fue llevada a China por sus padres que eran misioneros. En realidad, aprendió el mandarín antes que el inglés, ya que fue educada por su madre y un tutor chino, el señor Kung. A los dieciocho años volvió a Estados Unidos donde continuó su formación. De esa experiencia nació la extraordinaria penetración psicológica que muestran sus novelas sobre China, que en nada se parecen a los relatos de otros occidentales, viajeros u observadores de paso.

Pearl S. Buck es conocida por el apellido de uno de sus maridos, ya que su nombre de soltera era Pearl Comfort Sydenstricker. Su producción literaria abarca géneros tan dispares como la narrativa, el teatro, el guion cinematográfico, la poesía, la literatura infantil, la biografía y hasta un libro de cocina. En sus novelas de estilo sencillo y directo se advierte su preocupación por los valores fundamentales de la vida humana. Después de publicar varias novelas que alcanzaron gran resonancia obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1938.

Hombres de Dios.

Refleja la dificultad que existe para transmitir la propia fe religiosa a los hijos, ya que éstos están sujetos a un espectro amplio de condicionantes. Guillermo y Clem son hijos de dos misioneros norteamericanos en China. Guillermo, orgulloso de su familia y de su origen, ha quedado marcado por los desprecios que le hacían sus compañeros en la escuela británica de Pekín. Por su parte Clem ha quedado señalado por el hambre. En su alma se graba a fuego la convicción de que si los pueblos no pasaran hambre no se producirían revoluciones y quizá sus padres no habrían perdido la vida en una de ellas. A su vuelta a los Estados Unidos Guillermo transforma la fe religiosa en una obsesión por el poder; ser él quien dirija a los demás y no ser dirigido por nadie. Por su parte Clem se propone producir alimentos para los necesitados a la mayor escala posible. Ambos, de algún modo, fracasan en sus respectivos intentos.

Peonía.

Peonía siendo casi una niña es vendida a una familia de judíos asentados en China por negocios, como acompañante de juegos de su único hijo. La novela transcurre en la ciudad de Kai-Feng, centro de los núcleos judíos establecidos en China. En torno a la atractiva figura de la protagonista, Peonía, vinculada a la casa de Ezra ben Israel, se teje una apasionante trama argumental, a través de la cual la autora describe con su habitual maestría las extrañas y misteriosas costumbres de los pueblos orientales. Como en tantas otras novelas suyas, Pearl S. Buck ha sabido captar y reproducir con exactitud el escenario y el ambiente histórico que sirve de marco a la acción.

El Patriota.

Esta novela, con la cual se revela plenamente a los públicos de habla castellana la extraordinaria personalidad novelística de Pearl Buck, posee un argumento del mayor interés dramático. Es la historia de la vida en China y Japón durante los penúltimos años, tan colmados allí de peripecias y cambios. Comienza con una revolución estudiantil y termina en las montañas interiores de China, en lo más arduo de la lucha contra el invasor japonés. Pero El Patriota no comprende sólo un cuadro de los acontecimientos últimos: es al mismo tiempo, una gran novela de amor, escrita con un arte y una delicada excepcionales.

Orgullo de corazón.

A Susan Gaylord no le satisfacía una sola cosa. Necesitaba amor, hijos, un marido, un hogar, y además, un trabajo. Sus manos y su inteligencia no se contentaban con ocuparse en los quehaceres domésticos, en el cuidado de la casa y de la familia, sino que, al mismo tiempo, había de modelar figuras humanas en arcilla, bronce y mármol. Así llegó a convertirse en una gran escultora. La novela se basa en el conflicto que las cualidades de Susan crean a todas las personas a las que ella conoce y ama, y en el conflicto que la protagonista se crea a sí misma. Como en la novela "Retrato de un matrimonio", Pearl S. Buck describe en Orgullo del corazón a hombres y mujeres americanos, en un hogar americano. Sin embargo, en ésta se presta más atención a las personas, a su modo de ser y a sus experiencias individuales que al ambiente local.

La flor escondida.

Pasada la guerra, el Teniente Allen Kennedy se ha quedado en Japón, donde los americanos no son muy queridos. Se enamora de una joven llamada Josai Sakei y se hacen novios, pese a la oposición de la familia de ella, que le ha concertado un matrimonio con un japonés. Aunque tienen diferentes formas de pensar y diferente cultura creen que su amor va a sobreponerse a todo. Los jóvenes se casan y se van a vivir a Norteamérica donde la madre de él también pone el grito en el cielo, ya que no desea una japonesa en la familia. Poco a poco, el choque de culturas y el aislamiento al que se ven relegados irá influyendo en la relación entre ambos, llegando a una situación insostenible.

Pues bien, en el volumen IV de la colección Novelas de Pearl S. Buck, que la Editorial Planeta sacó en Barcelona en 1968 se pueden leer los relatos que antes hemos comentado: Hombres de Dios / Peonia / El patriota / Orgullo de corazón / La flor escondida. Esta fue una publicación gran formato que la Editorial Planeta, en su Colección clásicos contemporáneos Barcelona 1968, sacó con tapa dura símil piel impresa en papel biblia, con los títulos dorados estampados en el lomo.

 

Una de las novelas emblemáticas de Pío Baroja.

Paradox, Rey.

La ciudad de Bu-Taca, con su tiovivo en medio de la plaza y los caballitos de madera girando sin descanso, lo mismo que los hombres, sin objeto, sin meta, crean una imagen calcada de esa farsa de la existencia que es, Paradox, Rey.

Es esta una obra con elementos de la novela de aventuras, de la novela utópica y hasta del cuento filosófico, en la que el autor construye un universo novelesco absolutamente original. Como en una feria, el lector contempla aquí una utopía que, no deja de resultar aleccionadora.

Pío Baroja se crió en un ambiente culto en Guipúzcoa, estudió Medicina, aunque ejerció durante un breve periodo. Luego se trasladó a Madrid para dedicarse a las letras. En 1900 se publicaron sus primeras obras, que produjeron gran impresión en los círculos literarios de la época. En 1935 ingresó en la Real Academia de la Lengua Española. Al empezar la guerra civil española se exilió a Francia.

Las obras más destacadas de Pío Baroja podrían ser: Vidas sombrías (su primera novela), La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz, Zalacaín el aventurero, Camino de perfección, Paradox Rey, El árbol de la ciencia…

Un ejemplar de "Paradox, rey" en Libernético de la editorial “Los sucesores de Hernando”, una primera edición publicada en Madrid en 1906.

 

Una primera edición que se agotó en veintiún días.

Peñas arriba, José María de Pereda.

Pereda gozó en vida de una reputación no lejana a la de Galdós o Varela, y Peñas arriba se ha mantenido con justicia como una de las grandes novelas del siglo XIX. José María de Pereda Polanco, 1833- 1906 es, dentro del panorama narrativo del siglo XIX, el máximo representante del realismo costumbrista. Sus novelas y cuentos reflejan con extraordinaria vitalidad las costumbres de su tierra, Santander, y el sentir de sus gentes y tradiciones. Entre sus obras más conocidas encontramos varias que representan el tópico del beatus ille: Escenas montañesas, El sabor de la tierruca, Sotileza o Peñas arriba (1895). Con Peñas Arriba, Pereda alcanzó un éxito sin precedentes en su época. La primera edición se agotó en veintiún días y ni siquiera Galdós pudo esgrimir una estadística tan tajante. En ella nos presenta su tema favorito, la fidelidad a la tierra y la defensa de los valores tradicionales. Pese a su apariencia de amena literatura, Peñas arriba está profundamente implicada en el regeneracionismo, una de las cuestiones candentes del debate nacional de finales del siglo XIX.

Pereda fue el máximo representante del tránsito del costumbrismo regionalista a la prosa de ficción realista del siglo XIX. Era el último de veintidós hermanos de una familia de abolengo montañés y de arraigado catolicismo. Pasó una breve temporada en París y posteriormente, vuelve a Santander, para ser secretario de la Sección de letras del Ateneo santanderino.

En 1897 fue elegido por la Academia Española individuo de número, versando su discurso de ingreso sobre la novela regional. La contestación corrió a cargo de Pérez Galdós con un extenso estudio sobre la personalidad literaria de Pereda Su vida continuó en Santander y en Polanco. En 1904, yendo hacia Jerez de la Frontera, le sorprende la enfermedad que había de llevarle a la muerte poco después de su traslado a Santander.

En Libernético disponemos de la publicación original: Viuda e Hijos de Manuel Tello, Madrid 1895. 1º edición.

Duquelas

Del caló o romaní, duquelas son esos compañeros de mi sentido, pasajeros que jamás me permiten descansar y me impiden estar tranquilo, son mis neuras, mis fatigas, mis dolores. Duquelas es una expresión difícil de encajar en una sola palabra por su gran riqueza, por su amplio contenido; contenido que podríamos reunir en conceptos como: preocupaciones, problemas, desvelos, dolores, dificultades, contratiempos…

El caló es el idioma mixto desarrollado por los gitanos entre los siglos XV y XVIII a partir de un léxico derivado del romaní que se articula mediante la morfosintaxis del castellano (o del catalán, el vasco o el portugués en sus otras variedades). Las evidencias apuntan a la paulatina desaparición de esta lengua en los dos últimos siglos, pero apenas tenemos datos de su conocimiento ni su uso actual entre sus hablantes originarios.

La romaní es una cultura popular en la que cada gitano interpreta las palabras haciéndolas crecer las dota un sentido personal y único. Yo payo, carezco de autoridad para formular axiomas académicos y tan solo presento este término que he conocido a través de este curioso libro:

Duquelas de Rafaél Fernández Santiago. Poesía. Edición agotada. Edita: Junta de Andalucía. Consejería de Asuntos Sociales 1998.

Compartir

Siganos en